El chocolate

La etimología del vocablo chocolate proviene del azteca “xococ”, agrio y “alt” , agua, porque efectivamente, se utilizaba, en tiempos precolombinos, para preparar una bebida agria. Lejos ya de aquellos tiempos, tal como lo conocemos hoy, el chocolate es un producto originario de américa pero que ha llegado a transformarse, en todo un emblema universal del amor, el placer y hasta incluso del erotismo. ¿Cuál es pues, el origen de esta creencia?

En primer lugar, se cree que el chocolate posee propiedades afrodisíacas. Esto se debe a que contiene tres sustancias: la cafeína, la teobromina y la feniletilamina. Mientras que la cafeína y la teobromina actuarían como estimulantes del corazón y del sistema nervioso, la feniletilamina, sería antidepresiva y tendría algún efecto positivo sobre el estado del ánimo.

Suele decirse también que el chocolate contribuye a superar el estrés, en tanto promueve la liberación de endorfinas que son sustancias que activan la sensación de placer. Por eso es que el chocolate es asociado frecuentemente al amor, o por lo menos, la sensación de estar enamorado.

Por todas estas razones, las connotaciones románticas del chocolate son más que justificadas y por lo tanto, es tradicional obsequiarlo no solo en términos de conquista amorosa, sino también como muestra de cariño y afecto.

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por Graciela Paula Caldeiro